Los estudios revelan que matemática es una de las asignaturas más complicadas para los estudiantes. Esto se evidencia gracias al número de estudiantes que reprueban este curso durante el año. Entre los ejercicios matemáticos más complicados se encuentran las ecuaciones de tercer grado. Así que si tienes dudas sobre ellas, hoy te las resolveremos.
Recordemos que, a medida que avanzamos de nivel académico, nos vamos encontrando con una variedad de ejercicios matemáticos más complicados. Es por ello que, luego de aprender sobre las ecuaciones de primer grado y las de segundo grado, nos encontramos con las de tercer grado. Las cuales, como te podrás imaginar, son más complicadas que las dos anteriores.
Como cualquier otro tipo de ecuación, se trata de una operación matemática que incluye una incógnita. La intención de toda la actividad siempre será descubrir cuál es el número que representa dicha incógnita o variable. La cual siempre estará representada con el símbolo X.
Ahora bien, puesto que se trata de una ecuación de tercer grado, esto quiere decir que la incógnita está elevada a la tercera potencia. Así como en el caso de las de segundo grado que estaban elevadas a la segunda potencia.
A partir de las ecuaciones de tercer grado, las que vienen varían el número al cual están elevadas. Es decir, las ecuaciones de cuarto grado están elevadas a la cuarta potencia, las ecuaciones de quinto grado están elevadas a la quinta potencia y así sucesivamente.
Sin embargo, el día de hoy solamente nos centraremos en aquellas ecuaciones que están elevadas a la tercera potencia. Ya que suelen ser de las más practicadas entre la secundaria y el bachillerato.
Si estás interesado en aprender cómo resolver ecuaciones de tercer grado, has llegado al lugar correcto. El día de hoy te ofreceremos un pequeño tutorial con el cual buscamos explicarte detenidamente cómo se resuelven este tipo de ecuaciones. Así que presta mucha atención al paso a paso para que siempre lo sigas al pie de la letra.
Lo primero que deberás de hacer apenas tengas la ecuación ante ti, es simplificarla. En la mayoría de los ejercicios matemáticos con esta ecuación nos hallamos con la misma ya simplificada. Por ello, siempre deberás de tener ante ti una estructura similar a la siguiente: X3 – 2 X2 – X + 2 = 0.
Para la resolución de una ecuación de tercer grado, lo mejor es guiarnos por el sistema Ruffini. Dicho sistema es en el que nos basaremos para nuestra explicación.
Por lo tanto, luego de tener simplificada la ecuación, es momento de dividir los valores que forman parte del polinomio entre aquellos divisores de valor independiente. Por factores de divisor independiente debemos entender a todos aquellos valores que no tienen X.
Tomando como ejemplo la ecuación del primer paso, se debe dividir 1, 2, 1 y 2 entre los divisores del valor independiente. Para este caso en específico, los divisores de 2 son el 1 y el 2. Siguiendo el sistema Ruffini, al dividir 1, 2 1 y 2 entre el valor 1, los resultados que obtendríamos son 1, -1, -2 y 0.
Ahora bien, debes tener en cuenta que, cuando aparezca el número 0 ya tendremos uno de los resultados. El primer resultado siempre será el divisor de valor independiente que nos haya dado como resultado el 0. Eso quiere decir que el primer resultado es el número 1.
Luego de haber hallado el primer resultado de esta ecuación, es fundamental crear una nueva. Para este punto, tu primer valor siempre deberá ser X2, luego X y finalmente el tercer valor independiente. En nuestro caso, la nueva ecuación quedaría organizada de la siguiente manera: X2 – X – 2 = 0.
En este punto, la nueva ecuación que habremos creado es una ecuación de segundo grado. Por lo que, en este momento, deberás de poner en práctica lo aprendido con la resolución de ecuaciones de segundo grado. De este modo, tras seguir las indicaciones de las ecuaciones de segundo grado, habrás llegado por fin al resultado final de la ecuación en cuestión.
Como te mencionamos brevemente con anterioridad, a partir de la resolución de ecuaciones de tercer grado, las demás se resuelven exactamente de la misma manera. Es decir, que el paso a paso que te dimos en el presente artículo, lo podrás seguir también para la resolución de ecuaciones de cuarto o quinto grado.
Claro está, estas son ecuaciones de niveles mayores que probablemente no verás hasta algún estudio técnico o universitario. Bien sea que hayas decidido cursar alguna carrera relacionada con la matemática, física o ingeniería. Lo importante es que una vez que llegues allí ya sabrás que el conocimiento de las ecuaciones de tercer grado te servirá también para las mayores.
Todo esto es gracias a la utilización del sistema Ruffini para la resolución de ecuaciones. Este un sistema que de seguro ya habrás aprendido en clases y por ende entiendes la importancia del mismo. Es de suma utilidad para resolver de manera más rápida y sencilla todo tipo de ecuaciones.
Si luego de haber conocido más información sobre las ecuaciones de tercer grado, aun tienes dudas sobre su resolución, puede que necesites un poco de ayuda extra. Contratar a un docente particular puede ser una excelente opción para que te ayude a entender mejor los temas de las clases y aprobar todas tus evaluaciones académicas. Por suerte para ti, en WeSmartly lo podrás encontrar.
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